El calendario de la NBA perfecto en su imperfección

Tras los últimos descansos en masa de Warriors, Cavaliers y Spurs, la polémica por el descanso de las estrellas y la búsqueda por el calendario de la NBA perfecto ha vuelto a la palestra informativa. Es recurrente en las últimas temporadas, de ahí a que cada vez que ocurre sea una losa más en la espalda del actual modelo. Se acrecenta cuando los entrenadores, máximos pero no únicos responsables de esta decisión, toman esta misma en un partido retransmitido a nivel nacional y entre dos equipos de gran nivel.

El aficionado, que es el que paga, es el damnificado. O eso puede parecer. Como siempre, conviene coger distancia para ver toda la línea del tiempo y comparar a partir de ahí. El pensamiento del aficionado medio es el de «lo quiero ya», sería absurdo negarlo. Pero en este y en todos los deportes, y en muchísimas situaciones de la vida cotidiana. Pero lo que se trata no es de ver el partido con los mejores y punto, es de ver durante años a los mejores en muchos partidos.

Jugadores y entrenadores están en ello. Muchas son las voces, algunas discordantes, pero casi todos opinan o se posicionan. Es una materia de primer orden. Igual que Silver dijo que recibiría correos electrónicos con propuestas para mejorar el All-Star como evento atractivo, seguro que se le debe estar llenando la bandeja de entrada con el asunto de los descansos forzados de los jugadores.

Es fácil. Por ejemplificar, con el Spurs-Warriors de este mismo mes. Una sarta de bajas (Curry, Durant, Iguodala, Green y Thompson por Golden State, Aldridge, Parker y Leonard por San Antonio) en el prime-time que con tanto ahínco ha querido instalar ABC en las noches del sábado. Descafeinadísimo, sí, pero a efectos de ambas plantillas se hizo en conciencia. ¿Por qué? Porque es un partido de fase regular… y poco más. Eso es sobre lo que hay que reflexionar, si un partido que enfrenta al primer y segundo clasificado de una conferencia apretada no es suficiente aliciente. La ventaja de campo, evidentemente, no se va a ganar o perder en ese u otros partidos de ese estilo.

La escalada de rebeldía, si es que así podríamos llamar a esto, ha ido en aumento con el paso de los años. Es una corriente que se acoge a lo que el jugador va sintiendo, por lo que también le implica en gran medida. En el siguiente gráfico el imparable aumento de este tipo de DNP-Rests (en español, descansos por decisión técnica):

La tecnología nos lo dice

Hace unos días salía ese gran texto en ESPN sobre la utilización de Tinder y cómo eso afecta al descanso de los jugadores. Alguno podrá pensar que es trivial, pero es más real que cualquier otra cosa. La tecnología es una herramienta que también afecta al deporte, y puede que mucho en según qué ámbitos. A proteger la salud del deportista, por ejemplo. Y sobre ello se está trabajando.

Tom Haberstroh, el mismo del reportaje sobre Tinder, habló el pasado mes con Mike Mancias. Él trabaja en el staff de Cleveland Cavaliers tras haber sido entrenador personal de LeBron James en el pasado. Él, al igual que The King, aboga porque partidos no es lo mismo que minutos. «Yo puedo jugar 50 minutos, ese no es el problema, pero no puedo jugar todos los partidos», llegó a decir el jugador. Mancias ha desarrollado un sistema de análisis biométrico para medir el cansancio de los jugadores a lo largo de todo el día, poniendo énfasis en el descanso nocturno. Algunos resultados del mismo le llevan a pedir fervientemente un cambio en la política de protección a jugadores y ex-jugadores por parte de la NBPA.

La tecnología tiene la balanza más desajustada y difícil de equilibrar en las redes sociales. El progreso desde los años 70, con la inclusión de valores como los tapones y robos en la hoja de estadísticas, y ahora, con el poder de la analítica, cada actuación de cada jugador se mira al milímetro. Y ya no se puede escapar de lo que la gente diga, para bien y para mal.

La nueva situación en Europa

En Europa se está viviendo esta temporada una situación rocambolesca que también tiene por objeto el calendario. La repasamos por si no estáis familiarizados con ella.

Euroleague Basketball, que integra dos competiciones (Euroleague y Eurocup), decidió el pasado verano pasar otorgar licencias cerradas. Ante eso, FIBA reaccionó y se lanzó a crear su propia competición, la Champions League. Un fiasco dado que son pocas las federaciones nacionales que han ido hacia ese modelo pese a las amenazas de sanción por parte de la internacional. Dejando de lado este último caso, que es un fiasco manifiesto, Euroleague ha cambiado los formatos competitivos para tratar de hacer los torneos más atractivos. La consecuencia, cómo no, ha sido la ampliación de partidos. Esto ha repercutido en la salud de los jugadores participantes.

Localizando más, en España, la ACB se plantea ante esto un cambio de formato. La posibilidad de pasar a sólo fase regular, como las ligas de fútbol o balonmano, y quitar el playoff está sobre la mesa de la mejor competición nacional tras la NBA.

¿En qué se traduce esto? El aficionado pide más y más y el jugador es cada vez más frágil. Es un atributo más en este mercadeo de la industria del balón naranja.

Europa quiere acercarse y Adam Silver asegura que está en ello, pero una reducción de partidos en el calendario de la NBA alejaría esa expansión sobre la que tanto se habla. Europa en primer plano, pero Sudamérica y China por detrás. Ya sólo esos «Global Games» oficiales que se juegan en otros países, con las bases operativas de Inglaterra, México y Brasil como puntos calientes, son un incordio para los equipos que los disputan; semana perdida y a recuperar en otro momento con más acumulación de partidos. Un sindiós.

¿Qué hacer?

La pregunta. ¿Cómo se arregla esto? Una manera de meter mano es por el sistema de divisiones, ese que casi pide que se nivele la cantidad de encuentros entre equipos en 2 (si son de conferencias diferentes), 3 (si son de divisiones diferentes) y 4 (si coinciden en las dos anteriores). Restándole un número a cada una de éstas se lograría espaciar el tiempo en gran medida.

Pero claro, todo lo que sea tomar una medida de gran calado, como la que comentamos, supondría restar carga a la competición. No necesariamente de calidad, sino de cantidad.


EXTRA NBAMANIACS

Nuestro trabajo en nbamaniacs es apoyado por lectores como tú. Conviértete en suscriptor para acceder a beneficios exclusivos: artículos especiales, newsletter, podcast, toda la web sin publicidad y una COMUNIDAD exclusiva en Discord para redactores y suscriptores.