La NBA va por épocas también en reglamentación. Desde hace 15 años, ya que la norma entró en vigor en 2002, todas las rondas de playoffs tienen la misma duración: se juega al mejor de 7 partidos. Es por ello que ése es el lapso de tiempo sobre el que debemos poner el foco para homogeneneizar el criterio y ver cómo han sido los descansos de los equipos que han marcado esta época.
Mucho se está hablando en estos playoffs que este año se disputan de lo importante que están siendo los descansos entre eliminatorias de los principales favoritos. Ya sabemos que los Warriors y los Cavaliers han establecido un récord de NBA esta temporada siendo la 1ª vez que dos equipos comienzan 8-0 la postemporada. Y van camino de no parar, de ahí que el tiempo que están ahorrando al pasar tan rápido está convirtiéndose en un arma más del arsenal.
Warriors y Cavaliers
El ejemplo de esta temporada es casi extremo. ¿Ha sido el descanso un activo fundamental en el camino de ambos? Por supuesto que sí. Y es una bola de nieve que no se sabe cuándo frenará. Y, por si fuera poco, la trayectoria de los dos conjuntos está siendo más que parecida.
- Warriors. El banquillo sigue haciéndoles un fondo de armario muy amplio. Tras superar el primer y competido encuentro se fueron al 4-0 con los Blazers y de ahí saltaron a esperar a unos Jazz que venían del séptimo partido ante los Clippers, por lo que la recuperación fue solapada por los acontecimientos y Utah sólo salvó la papeleta en casa pero para perder igualmente por 4-0.
- Cavaliers. La plantilla tiene un nivel igual o superior a la de la temporada pasada. Sólo en dos partidos ante los Pacers se vieron en problemas y lo acabaron en 4-0, y los Raptors fueron a lo físico en 6 ante los Bucks y lo pagaron -sobre todo Lowry- ante unos Cavs que arrasaron sin piedad para otro 4-0 y dos semanas naturales de «vacaciones».
Son los dos favoritos indiscutibles. Si llegan a las finales sería la tercera vez de forma consecutiva que se diera el enfrentamiento en la eliminatoria por el título, algo que no ha ocurrido nunca hasta ahora. Sería historia pura, un ingrediente más en esta rivalidad que ha disparado audiencias y ha creado nuevos héroes.
Los Warriors tienen ya asignada su final de conferencia. Habrán sido un total de 12 días sin competir, cinco de ellos han sido en este último intervalo. Su rival, San Antonio, tiene la baja de Parker y la duda de Leonard, y también es un equipo más veterano que sumará cinco días libres en todo el proceso (los mismos que su rival disfruta sólo para esta serie).
Los Cavaliers tienen que esperar todavía. El que sea su rival, Celtics o Wizards, irá con un descanso presumible de un día tras jugar un game 7 y acumular 13 encuentros en lo que los de Cleveland han jugado sólo 8. Un ejercicio de fisioterapia a contrarreloj al alcance de pocos profesionales en la materia.
Estos dos ejemplos muestran que, independientemente de que puedan perder y no llegar a enfrentarse entre sí, hay un salto cualitativo demostrable entre ellos y sus rivales en las respectivas conferencias, que tienen que batallar en más partidos para superar rivales y avanzar rondas debido a que ahí sí hay más igualdad.
Los números históricos
Cada año es una historia y estos últimos 15 no iban a ser una excepción. La siguiente tabla relata la relación dispar de días descansados por los equipos campeones de esa temporada, primero hasta llegar a las finales de conferencia y después hasta llegar a las finales de la competición completa:
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Por equipos:
- Warriors. Cuando fueron campeones en 2015 lo hicieron aprovechando la vertiente no controlable de los descansos, que es que igualmente se te lesione algún jugador. Los Cavs llegaron sin Love y continuaron sin Irving, fue James contra el mundo. Aquellos Warriors llegaban con tres días menos de asueto pero con mucha más fluidez en la combinación que su rival, que acababa de ver a su líder regresar a casa.
- Cavaliers. La temporada pasada se dio el mayor número de días descansados por el campeón, un total de veinte para los Cavs. Y sí que fue una de las claves importantes en la remontada, ya que los Warriors habían ido a por el 73-9 en la temporada regular y los Thunder les dejaron a las puertas del abismo con sólo dos días -nueve en todos los playoffs– de diferencia.
- Spurs. En el equipo de Gregg Popovich, que este año cumple la 20ª aparición seguida en esta fase final, se ve perfectamente el cambio de reglamentación al que hacíamos referencia. En sus cuatro campeonatos en la última quincena el descanso es de 10,7 días de promedio, mientras que en el de 1999 fue de 15 por la laxitud del calendario.
- Celtics. El único título de estos últimos años fue valorado por todos como un esfuerzo titánico, un anillo fabricado con garra. Y por ello pasa también el sobreponerse a un rival mucho más relajado, ya que fueron seis días por los quince de disfrutaron los Lakers. Mucho sudor en aquellos playoffs de verde.
- Wizards. Hay que irse a 1978 para encontrar el único campeonato ganado por la franquicia, los Bullets por aquella época. Una primera ronda más corta permitía acabar mucho antes que ahora, sobre las fechas en las que ahora empiezan las finales. Diez partidos de descanso, sobre la media actual, pero con más amplitud para la ronda final que para las iniciales, algo que se ha ido corrigiendo.
Por jugador:
- Kevin Durant. Es el factor que puede desequilibrar la balanza, pero esta película ya se ha visto antes. En la única aparición de KD en unas finales, en 2012, a aquellos Thunder les pilló de nuevas. Tuvieron 8 días de descanso en la primera ronda (18 en total), lo mismo que los Heat en toda la postemporada. LeBron venía de perder ante los Mavs el año anterior y no podía dejar pasar más el llevarse el anillo de campeón a casa.
- LeBron James. Son 7 apariciones en las finales durante los últimos 10 años. Resultados dispares en en cuanto a descansos, pero se ve un incremento del número en los últimos cursos. En 2007 los Spurs le arrasaron teniendo el mismo tiempo de preparación y en 2011 también llegó más apretado que los Mavericks, pero son 14,1 días de promedio (muy por encima de la media) de descanso en todas sus finales disputadas.
La trampa
¿Tiene truco? Pues sí, también. Es sencillo: tu equipo no decide el descanso. Aunque tú ganes todos los partidos por la vía rápida, poco puedes hacer más que esperar si a tu próximo rival se le alarga la serie.
Ahí, en ese acordeón temporal, en ese equilibrio, es donde está la verdadera ventaja. Algo que, como se demuestra, tiene casi los mismos componentes de azar que de trabajo, de influencia que de incoherencia.