Temporada NBA 2018-19: ¿cómo fueron las predicciones?

Las semanas previas al arranque de la temporada son inevitablemente una época de vaticinios. En nbamaniacs no escapamos a ello, y de hecho en nuestros análisis de cada equipo se incluye una breve predicción sobre qué será de su temporada, pero, dado que es obviamente muy pronto para analizar la precisión de las mismas, vamos a echar la visto un año hacia atrás y repasar lo que se esperaba a estas alturas de 2018. ¿Fue todo como cabía esperar? ¿Cuáles fueron las mayores sorpresas?

Tomaremos como punto de partida los pronósticos que Elio Martínez, director de nbamaniacs, realizó en las previas de la temporada pasada, no con la intención de poner a prueba sus vaticinios sino como muestra representativa del sentir general que existía sobre cada equipo. Al fin y al cabo, en ellas se recogía lo que la gran mayoría podía esperar de la temporada de las 30 franquicias, aunque entraremos en casos particulares en los que había más discrepancias.

Finales previsibles al 50%

Empecemos hablando de los dos finalistas porque ambos tienen su cosa. Nadie dudaba hace un año de que los Warriors eran claros favoritos al anillo, y de hecho en su previa se resumía el sentimiento general: “Campeones en 2019 salvo lesión grave de Durant o Curry”. Dolorosamente preciso.

Los campeones, como ya sabemos, fueron los Raptors, sobre los que había unas dudas que hoy en día parecen ridículas pero que no lo eran tanto hace 12 meses. ¿O acaso imagináis no confiar ciegamente en Kawhi Leonard? El que es ahora mismo el hombre que todo el mundo querría en su franquicia aterrizó en Canadá tras haber jugado solo nueve partidos en el último año y con su imagen muy dañada debido a sus desavenencias con San Antonio, lo que hacía realmente difícil imaginar semejante impacto. Es más, incluso a aquellos que confiaban ciegamente en el regreso del mejor Kawhi tenían ciertos reparos a la hora de colocar a Toronto en lo más alto del Este, pues esa plaza parecía destinada para un único equipo del que se esperaban grandísimas cosas.

Batacazo de dos históricos

Irving, Jaylen Brown, Tatum, Hayward, Horford. Qué bien sonaba ese quinteto en septiembre de 2018 y qué diferente se ve todo ahora. Visto en retrospectiva, resulta comprensible tanta expectación, pues se trataba de un equipo que venía de poner en jaque la hegemonía de LeBron en el Este con la ausencia de sus dos teóricas estrellas, las cuales debían volver para terminar de hacer a los Celtics dar el salto definitivo. Pero claro, esta premisa dependía de tantas cosas y se cumplieron tan pocas…

Y ya que hemos mencionado a LeBron, cambiemos de costa. Hubo quien se atrevió a dudar del Rey, pero fueron pocos. De hecho, en la previa de los Lakers pudo leerse “soy incapaz de apostar en contra de LeBron”, algo que casi cualquiera con dos dedos de frente firmaría incluso a día de hoy pero que convirtió a los angelinos en uno de los fracasos del curso. El año empezó de forma notable, pero entre lesiones y que se puso en el mercado hasta el asiento de Jack Nicholson en la primera fila del Staples, las cosas se fueron torciendo de una forma que ni aquellos que auguraban los primeros playoffs sin James desde 2005 podían prever.

Si bien estas dos son las que podrían considerarse las grandes decepciones, encontramos otras a menor escala (en cuanto a repercusión): Pelicans y Wizards. En ambos casos hubo condicionantes, pues en Nueva Orleans la solicitud de traspaso de Anthony Davis terminaron de enterrar las esperanzas que pudiesen quedar sobre una temporada que ya estaba siendo mala, y lo mismo puede decirse de la lesión de Wall en Washington. Ambos pasaron de tener un puesto fijo en playoffs en casi cualquier pronóstico a no llegar ni a pelear por ellos.

Sorpresas positivas

Hablemos ahora de sorpresas positivas empezando por Portland. Es curioso lo mucho que pesó en la mente de prácticamente todos el 4-0 ante los Pelicans (¡se habló incluso de romper el proyecto!) a la hora de pronosticar qué sería del equipo que finalmente acabó como finalista del Oeste. Cuatro partidos hicieron olvidar muy fácilmente lo que había pasado en 82, y se tomó muy a la ligera a un equipo que usó esos malos pronósticos como motor para firmar su mejor temporada del siglo XXI. Como poco, invita a tener cierta cautela sobre lo importante que es evitar el presentismo y tener amplitud de miras a la hora de tratar de analizar un futuro a medio plazo.

Siguiendo con las sorpresas agradables, encontramos casos similares en Denver y Milwaukee, equipos llamados a dar un paso hacia adelante pero que acabaron dando muchos más. La explosión de Antetokounmpo como MVP y de Jokic como superestrella catapultó a ambos conjuntos a la zona alta de sus respectivas conferencias, aunque ambos acabaron tropezando en playoffs y quedándose a las puertas de refrendar el puesto logrado en temporada regular. Este año, ya sin factor sorpresa a su favor, volverán a tener otra oportunidad.

Enormemente positivo fue también el caso de Orlando, que se pasó media temporada cumpliendo las mediocres expectativas generadas para acabar destrozándolas con un increíble rush final. Si en el pronóstico se apelaba a que Clifford lograra “el milagro de los panes y los peces” para que los de Florida superaran las 30 victorias, podemos decir que técnico acabó curando a un leproso, haciendo andar a Lázaro y cualquier otra metáfora bíblica que se os ocurra. No hay escala en la que medir lo inesperado que resultaba imaginar a los Magic en playoffs hace un año.

Sin irnos del Este, algo parecido ocurre con los Nets, a los que sin embargo en la previa se colocaba “luchando por uno de los últimos puestos de playoffs”. Esto, sin embargo, se debía más a la previsible falta de competencia en el Este que a sus propios méritos, pues era difícil augurar el gran nivel que ofrecerían tanto a nivel colectivo como individual. Explosiones como la de D’Angelo Russell o Caris LeVert solo tenían sitio en la mente de unos pocos.

No se puede cerrar este apartado sin mencionar a los Kings. “La competencia en el Oeste es muy superior y la plantilla de los Kings muy bisoña” versaba su previa, y aunque se pueden poner pocos peros a dicha frase la falta de madurez no pesó en absoluto durante muchos tramos de la temporada. Finalmente los playoffs acabaron quedando lejos, pero ver a Sacramento luchando por entrar en la élite de una conferencia en la que parecía que iban a sobrar les hizo ganarse el cariño de gran parte de los aficionados de la NBA.

La previsible zona baja

Muchos de los resultados menos sorprendentes se dieron en el pozo de cada una de las conferencias. Las escasas victorias de Suns, Knicks, Bulls o Hawks eran bastante previsibles, aunque en el caso concreto de Atlanta sí que se esperaba un menor rendimiento. De hecho, parecían indudablemente el peor equipo de la NBA, pero el tiempo ha acabado colocándolos en una posición privilegiada entre los proyectos más jóvenes.

Con quien no había tanta unanimidad era con respecto a los Cavaliers. Es más, eran uno de los conjuntos que más opiniones opuestas despertaba, pues hubo desde quien los vio siendo colistas hasta quienes creían que estarían en la pelea por los playoffs. Fueron los primeros quienes más acertados estuvieron, pues de hecho Cleveland fue un solar de talento en el que Collin Sexton tuvo que pelearse contra los elementos noche tras noche

Tampoco estaba claro qué esperar de los Grizzlies, que venían de una temporada bastante pobre pero que, con el regreso de Conley a las pistas, recuperaban esperanzas. En este sentido, sorprende lo preciso que fue el pronóstico de su previa: «Podrían empezar el curso silenciando agoreros y cosechando victorias, pero la temporada es demasiado larga como para estar en posición de playoffs entrado el mes de abril». Como recordaréis, Memphis llegó a ocupar la zona alta del Oeste tras un gran inicio, pero la lógica acabó imponiéndose hasta el punto de que el proyecto se desmanteló por completo.

Por último, cerramos con franquicias que también cumplieron con lo esperado pero esta vez en la zona alta. Pacers y Jazz volvieron a ser equipos muy serios a los que le faltó un poco para dar el salto (quién sabe si con Oladipo sano…), los 76ers pelearon por las Finales del Este hasta el último segundo, Houston se repuso de un arranque decepcionante para acabar plantando cara a Golden State, San Antonio prolongó su racha de playoffs, y los Thunder, pese a que superaron expectativas durante muchos meses, fueron presa de las dudas que había sobre ellos al arrancar el año, no sin dejar un inevitable aroma a decepción.

(Fotografía de portada: Vaughn Ridley/Getty Images)


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