Paul George: «Ganar un campeonato es más importante que ir a los Lakers»

A través de dos acuerdos insólitos, fortuitos, y ambos casi sobre la bocina, se ha conformado la que puede convertirse en la mayor potencia de toda la NBA, sólo por detrás de Golden State Warriors. Y todo esto comenzó con un encargo que Paul George le transmitió a su agente, Aaron Mintz: éste debía informar a los Indiana Pacers que cualquier posibilidad de prolongar su contrato con ellos, se había esfumado.

La mecha de la confesión

Fue filtrarse la noticia y empezar a caer fichas de dominó en una onda expansiva. Pero el epicentro de todo parecía ocultarse en las propias raíces de Paul George. Su lugar de origen, Palmdale, California. Jugar en Los Ángeles Lakers, un sueño de niño. Poco importaba; la cuenta atrás había comenzado, y el telón de la larga noche empezaba a ponerse desde ese instante en Indiana, a quienes no quedó otra que poner toda su maquinaria en activo.

El plan de los Lakers —que de tan elaborado les costó una multa por tampering—, no contaba con el alero, sin embargo, hasta 2018. La maniobra de aligerar la caja de los contratos llevaba tiempo. El anzuelo que atraería a George eran ellos mismos: sus colores, su fama, su historia, sus vitrinas, su hogar. El cebo, la promesa de que en 2018 no llegaría solo: Magic Johnson prometía hacer el suficiente hueco económico para que, al unísono, llegara otro agente libre de altura; aspirantes el campeonato de una sola tacada.

Una terna con la que soñar

Justo en lo que se ha convertido en un abrir y cerrar de ojos pero en un destino que nadie podía esperar. Paul George juega para un contender, sí, pero en Oklahoma City.

La jugada de Sam Presti se narra ya como una de las más geniales de la historia reciente. Amenaza con desterrar a Dany Ainge como Ejecutivo del Año: Presti ha convertido a Oladipo, Sabonis, Kanter, McDermott y una 2ª ronda Draft, en Paul George y Carmelo Anthony. Aplausos.

Cuando Durant decidió firmar por los Warriors parecía que habría desierto y Westbrookdependencia para mucho tiempo; hoy, en OKC, tenemos un equipo exudando perfume de campeón.

Y ahora las dudas giran entorno a cuántas oportunidades habrá. De cuántas tentativas dispondrán los Thunder para hacerse con el cetro de oro. Porque una cosa es figurar entre los contender, y otra bien distinta alcanzar la cima dejando por el camino a todos los demás.

Paul George ha accedido a ser entrevistado por USA Today, donde afirma a las claras que a día de hoy está más preocupado por atornillar bien al suelo la barra de pole dance que acaba de regalarle a su hija de tres años, Olivia, que por la agencia libre del verano próximo.

Sin embargo no tiene problema en hablar de sus objetivos, de sus aspiraciones, de lo que realmente le obsesiona alcanzar en la NBA.

«Honestamente, estoy feliz. Lo único que quería en Indiana era tener la oportunidad de ganar allí durante toda mi carrera… Eso es lo que realmente quería. No busco el dinero. No busco las estadísticas. Quiero ganar, y ser capaz de hacerlo rindiendo al más alto nivel».

‘Año Uno’

«Este es el Año Uno, y los Thunder ya me están demostrando que cumplen sus promesas. Eso me hace sentir bien. Es cómo: ‘Ey, este puede ser un lugar en el que asentarme y llamarlo hogar durante años'», confiesa George.

Está muy bien que George asegure que no le importa el dinero, pero la realidad es que a otros sí. Y esto, aunque no le entusiasme, tiene sus consecuencias directas en el deseo del forward de pertenecer a un grupo altamente competitivo. OKC ha puesto sobre la mesa de Russell Westbrook una oferta de renovación de 207 millones de dólares; una oferta que caduca el 16 de octubre y que el base aún no se ha decidido a firmar.

Pero uno no puede evitar olvidarse rápidamente de esto cuando, de repente, ve que a su lado además del MVP, además de Mr.Triple-doble, también estará un jugador que acumula nada menos que diez All-Star en su haber. Carmelo Anthony, tan obcecado en sacar oro de la arena de Texas, también vio pepitas doradas en el horizonte. La apuesta de OKC resultó tan súbitamente seductora que no se lo pensó dos veces a la hora de no ejercer su ‘claúsula anti-traspaso’.

«No voy a abordar este año pensando: ‘Voy a jugar con Russ y ahora con Melo, vamos a ganar el campeonato'». ha dicho George. «Sí que pienso, claro, que tenemos la oportunidad de ganar el título. Sé que no va a ser fácil, y que el camino va a ser largo. Vamos a tener que luchar por ello, pero me gustan los chicos con los que voy a la batalla. Eso es lo que más me complace de esta situación».

Horizonte Laker

Qué lúcido y transparente se veía el futuro de los Lakers con George como pilar fundamental, y cómo se tambalea el tabique de carga con solo oírse susurrar el nombre de LeBron James.

Uno pensaría que en el Staples encantados, desde luego. LeBron ha sido hasta el momento un seguro de Finales y mantiene un estupendo estado de forma. De acuerdo, pero en esta vida, a excepción de los impuestos y los intereses de demora, nada es eterno. Y Paul George es, nada menos, seis años más joven que El Rey.

«¿Le preguntas a cualquiera, y quién te dice que no quiere jugar para el  equipo de su ciudad natal? —explica George sobre su romance clandestino con los Lakers—. ¿Quién no querría ganar un campeonato para su hogar? Así que sí, gran parte de mí siempre ha querido ser un Laker. Incluso en el Draft, la noche del Draft, quise ser un Clipper, tener la oportunidad de jugar en casa… Pero a día de hoy ya no estoy ligado únicamente [y emocionalmente] a LA».

La cosa gana en interés cuando le preguntan  por sus preferencias. «Absolutamente, absolutamente, absolutamente —responde el alero de OKC cuando le preguntan si ganar esta por encima de los Lakers en su lista de prioridades—. Ganar goza de prioridad por encima de todo. Es el culmen de la felicidad. No es cuestión del sitio. No es cuestión de fama. No es cuestión de ‘dónde puedo ganar más dinero’. La historia va de ganar, y de ganar campeonatos».

Hambre de campeonato

Un objetivo a partes iguales aunque con un nivel de urgencia dispar. Acuciante en el caso de Carmelo, con 33 años; creciente en el caso de Russ, que tras lograr el reconocimiento individual ya sólo piensa en el colectivo. Y en George, es una obsesión que le persigue desde hace años.

«Es a lo que siempre, desde niño, he aspirado. No he ganado nada en ningún nivel, a excepción de los Juegos Olímpicos de Río (2016). No gané ni un solo campeonato en la escuela secundaria. No gané un solo un campeonato en la universidad (en el Estado de Fresno). No sé qué es lo que se siente».

Y en OKC, aguarda sobre la encimera la receta perfecta.

«Aquí se respira un ambiente de equipo campeón. Como he dicho, estoy en el lugar propicio. Sé que Russ está con el chip adecuado. Melo está más motivado que nunca. Creo que fue lo situaron en el puesto 65 o algo así [en el ranking de ESPN]. Eso le ha encendido más que nada. Nos han juntado a tres que tenemos algo que demostrar todavía; vamos a ser un equipo especial. Tenemos un grupo joven, con mucho talento, y un entrenador increíble [en Billy Donovan]. Como podéis ver, tenemos una oficina que está dispuesta a hacer lo que sea necesario para mejorar el equipo —28 millones de impuesto de lujo—. Ha hecho todos los arreglos necesarios para crear un equipo que tenga la oportunidad de ganar el campeonato».


EXTRA NBAMANIACS

Nuestro trabajo en nbamaniacs es apoyado por lectores como tú. Conviértete en suscriptor para acceder a beneficios exclusivos: artículos especiales, newsletter, podcast, toda la web sin publicidad y una COMUNIDAD exclusiva en Discord para redactores y suscriptores.